Al ser uno de los atractivos más solicitados por las personas en estas vacaciones de Semana Santa, las piscinas o balnearios públicos se convierten en sitios antihigiénicos.
La siguiente información no pretende desanimar a las familias a pasar un rato de esparcimiento y diversión, solo se busca alertarlos de las cosas asquerosas que pudieran encontrar en las albercas.
Incluso, expertos sanitarios exhortan a los bañistas a evitar beber a toda costa el agua de las albercas para no contraer enfermedades infecciosas.
Señalan que a pesar de los intentos de los administradores de los Parques Acuáticos por mantener los espacios limpios, a veces les es imposible, por la concentración de personas, evitar que las aguas se vuelvan turbias.
Las personas que acudan a los balnearios están expuestos a:
- Contraer enfermedades infecciosas como las gastrointestinales, de piel, oído, ojos y respiratorias.
- Aunque tus modales en público pueden ser los mejores, habrá personas que no respeten y orinen en la piscina mientras nadan.
- Las piscinas con agua dulce y cálida son perfectas para que amebas y parásitos como la crytosporidium y giardia vivan; son resistentes al cloro.
- Estiman que cada nadador contribuye con 0,14 gramos de materia fecal al agua de la alberca principalmente en los 15 minutos después de entrar.
- Además, recomiendan que si el agua de la piscina huele mucho a cloro, es probable que su mantenimiento no sea bueno.
Pero para evitar exponerse a estas situaciones, les hacemos las siguientes recomendaciones para divertirse de forma segura:
- Acudir a los balnearios que hayan pasado la inspección sanitaria.
- Ser los primeros bañistas en usar la alberca ese día
- Evitar ensuciar el agua de la piscina
- En caso de sentir sintómas de alguna infección, recomiendan acudir de inmediato al médico y no automedicarse.
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