A los nueve meses de edad enfrentó lo que es hasta el momento la tragedia más grande de su vida, Rodolfo Dickson, pasó de la orfandad a ser un atleta olímpico.
El esquiador nacido en Puerto Vallarta fue adoptado por una pareja canadiense, motivo que aprovechó el joven para prepararse académicamente y en su nueva ciudad encontró su pasión.
Dickson narra que sus padres biológicos murieron, situación que lo llevó a estar en una casa asistencia durante casi tres años.
A partir de entonces ha vivido la mayoría de su vida en Collinwood, Ontario, pero su amor por el país que lo vio nacer lo hizo decidirse por representar a México en Pyeongchang.
El joven de 20 años sueña ahora con convertirse en el primer medallista nacional en unos Juegos Olímpicos de Invierno, pero sabe que será complicado.
En un país donde no hay arraigo por los deportes invernales, los apoyos son escasos y el llegar a estos eventos puede considerarse ya un gran resultado.
Dickson hará su debut en la justa invernal el domingo 18 de febrero, su modalidad es Slalom gigante.
Para saber
Rodolfo es el único atleta de la delegación mexicana que no habla español, pero tiene muy arraigado el amor a nuestra nación.
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