La pelea ante el boxeador estadounidense Floyd Mayweather fue el acceso del tapatío Saúl ‘Canelo’ Álvarez a las grandes bolsas.
Aunque en lo deportivo representó un fracaso, el pugilista logró que su nombre se cotice entre las marcas y promotores de combates de boxeo; ser imagen de productos como Tecate, Under Armour y Everlast lo comprueban.
El jalisciense sabe que su fortuna se debe a las últimas funciones protagonizadas en los casinos de Las Vegas y otras ciudades de los Estados Unidos.
Sin ser campeón del mundo, ‘Canelo’ se convirtió en este año en el boxeador mejor pagado del mundo, por encima del monarca de peso completo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Anthony Joshua, y del ex campeón de los pesados, Wladimir Klistchko.
En el ´Ranking de los Deportistas más Ricos del Mundo’, de Forbes, el jalisciense está en el puesto 43, con ganancias estimadas a 28.5 millones de dólares; siete millones de dólares más de los que registró en 2016.
La marca ‘Canelo’ es sinónimo de éxito económico, por eso buscó este año enfrentar a dos rivales que le permitieran acrecentar sus ganancias y le dieran un impacto mediático entre los aficionados.
Con su triunfo ante Julio César Chávez Jr., el plan del tapatío cobró más sentido y por eso pactó pelear este mismo año ante quien se supone es mejor boxeador que él; Gennady Golovkyn ya espera a Álvarez para exponer su invicto y paralizar a millones mexicanos en una fecha significativa para el país.
El éxito económico ya está garantizado, millones de personas comprarán el pago por ver y otros miles gastarán sus ahorros para ver en vivo la pelea o por lo menos adquirirán los productos del tapatío.
Álvarez subirá al ring como el atleta mexicano más rico, pero deberá bajar como uno de los mejores boxeadores en la historia, consigna pendiente para él.