En la historia del futbol mexicano los casos de hermanos que se hayan enfrentado en la cancha de juego son escasos, pero aún es más raro que uno de ellos forme parte del rival deportivo más odiado del equipo de su familiar.
Uno de los episodios más curiosos se dio en el Clásico Tapatío, justo en la primera mitad del siglo XX, dos consanguíneos de nombres Francisco y Pablo Flores dividieron a sus padres; el primero formó parte del campeonísimo de las Chivas, mientras que el otro se decidió por defender los colores del Atlas.
Sus carreras tomaron rumbos diferentes, pero cada vez que se veían la cara en el terreno se olvidaban de sus lazos familiares.
Otro hecho similar sucedió en la familia Castañeda, aunque nunca disputaron un clásico tapatío, Guadalupe y Jorge fueron referentes en los clubes rojiblanco y rojinegro, respectivamente.
‘Lupillo’, con pasado atlista, fue contratado por las Chivas por varias temporadas, pero en ese entonces su hermano militaba en el cuadro del Tigres.
Algo parecido se vivió en el seno de la familia Ramírez, Ramón y Nicolás fueron formados en la cantera del Santos de La Laguna, pero el mayor es una figura histórica del ‘Rebaño’, mientra su hermano menor decidió que el Atlas era un buen equipo para darle sus últimos años como jugador.
Nicolás incluso de involucró en las fuerzas básicas de los zorros y Ramón no descarta asumir un puesto directivo en las Chivas.