En el año 1926 Fortino Sánchez inició la venta de raspados sobre la calle Juan Manuel, frente al Parque Morelos, sin sospechar que su negocio y su marca crecería tanto hasta tener 40 franquicias en varias partes del país.
Durante poco más de 40 años trabajó el negocio que ya para entonces era una tradición de los tapatíos acudir a saborear una nieve en Raspados Jalisco.
Para 1968 el negocio fue traspasado a cuatro hermanos quienes se encargaron de consolidarlo con una visión más empresarial al crear franquicias de su marca con la intención de apoyar a pequeños emprendedores que desean incursionar en el mundo de los negocios.
En ese año recibieron el negocio en los que ofrecía 14 distintos sabores de almíbares, la mayoría de ellos elaborados con frutas. Ahora la variedad es de 45 sabores, desde los más tradicionales hasta los más exóticos.
En época de invierno cuando un raspado es menos apetecible, los propietarios ofrecen también café y bebidas calientes como una forma de expansión del negocio.
Ante el éxito otras neverías se instalaron en ese misma zona, por lo que el Parque Morelos se convirtió en un referente de la ciudad para degustar un delicioso raspado.