Para conocer el centro histórico de Guadalajara puedes hacerlo caminando o a través de un paseo en calandria.
Esta última opción es una de las más tradicionales, ya que este tipo de carruaje es tirado por caballos, lo que le brinda al paseo un toque provinciano y de nostálgico de la Guadalajara de principios del siglo XX.
Un paseo regular consiste en hacer recorrido por las cuatro principales plazas de la ciudad donde se puede admirar la Catedral Metropolitana, el Teatro Degollado, la Rotonda de los Jalisciense Ilustres, el Museo Regional, Palacio de Gobierno y Palacio Municipal.
También el recorrido abarca los templos de Aranzazú y San Francisco, el ex convento del Carmen, el Parque Revolución, la Rambla Cataluña y el Templo Expiatorio.
Si se deseas un viaje más largo, el trayecto alcanza a la colonia americana donde pueden apreciarse las residencias de principios de siglo, así como parte de la Zona Rosa de Guadalajara en la avenida Chapultepec, un lugar lleno de cafés, restaurantes y bares.
Sin duda viajar en este transporte te hará ver, vivir y sentir de manera distinta los atractivos de la Perla de Occidente.