Las cicatrices por las explosiones del 22 de abril de 1992 en el Sector Reforma de Guadalajara aún duelen para los vecinos de la calle Gante en el Barrio de Analco.
A 25 años de distancia aún permanecen vestigios de esta tragedia ocasionada por el derrame de combustible en el drenaje que detonó la explosión que le costó la vida a 254 personas, de acuerdo a las cifras oficiales.
La calle Gante fue la más afectada, ya que desde el tramo de Calzada del Ejército a Calzada Independencia, más de un kilómetro de calle fue destruido por la explosión.
Ahora al caminar por sus calles se ven algunos terrenos baldíos, otros han sido habilitados como bodegas de plásticos, otros más como talleres mecánicos, venta de autopartes usadas alguinos más como estacionamientos o pensiones de autos.
En uno de los predios que quedaron baldíos se construyó una capilla donde se realizan algunas celebraciones religiosas y la misa anual que conmemora a las víctimas de esta tragedia.
En algunas bardas de fincas y escuelas se han pintado murales sobre este trágico evento, en una zona que no fue del todo restaurada como habían prometido las autoridades.
