A pesar de que vivimos en estos municipios, pocos sabemos el significado del nombre de nuestra ciudad de residencia.
La toponimia de las localidades que conforman la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) es de origen diverso, pero su etimología generalmente proviene del náhuatl.
A la llegada de los españoles, los municipios perdieron su nombre, ya sea que fueran rebautizados o modificados por palabras más sencillas de pronunciar para los nuevos pobladores.
Por ejemplo, el municipio de Zapopan tomó su nombre de la voz náhuatl “tzapopantl” que se interpretó como “Lugar entre zapotes o en el zapotal”.
La capital de Jalisco fue bautizada como un tributo para el conquistador del occidente de México, Nuño Beltrán de Guzmán, quien nació en Guadalajara, España.
El nombre proviene del vocablo árabe “wadi al-hiyara, y su significado al español es “río que corre entre piedras” o ‘valle de las fortalezas’.
Tonalá ha sido interpretado de diferentes formas, pero el más aceptado y conocido es “lugar por donde el sol sale”; su origen también es náhuatl.
A pesar de que fue en este siglo cuando se autorizó a Tlaquepaque agregar de nuevo el San Pedro a su nombre; los primeros españoles en establecerse en la localidad ya le llamaban así. Su nombre significa “loma de barro”.
Según la historia, Tlaquepaque perdió el San Pedro durante la guerra de Reforma.
El nombre de Tlajomulco proviene del náhuatl “tlalli”, “xomulli” y “co”, que significa “Lugar del montón de tierra o “Tierra en el rincón”; en 1939 se le cambió la denominación en honor al general revolucionario Eugenio de Zúñiga.