Con apenas siete años de edad, Luis Guillermo Ibarra Ibarra descubrió su vocación médica, campo que le ha dado grandes satisfacciones personales y donde ha podido ayudar a las familias mexicanas.
Recordó que luego de morir su padre, su mamá decidió mudarse junto con sus tres hijos a la Ciudad de México, en busca de mejores oportunidades. Fue en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM) donde cursó sus estudios de medicina.
El tapatío es considerado como el principal promotor de la medicina de rehabilitación en México, entre sus logros está el haber formado a más de 500 médicos en dicha especialidad y ser el responsable de la creación del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
Ibarra Ibarra confesó que el motor de sus investigaciones y de sus esfuerzos para crear programas de rehabilitación y colaborar en la formación de recursos humanos siempre fue el de ayudar a los mexicanos con discapacidad.
A los 19 años de edad, compaginaba sus estudios con su trabajo en el Hospital Infantil de México, sitio donde puso en marcha un laboratorio de investigación de fisiología y cirugía experimental, con el propósito de estimular el crecimiento de los huesos en los niños con polio.
En la década de los 50’s creó cursos de rehabilitación en la Facultad de la UNAM, así como trabajó como docente en la Escuela de Terapia Física y Ocupacional del hospital, la primera en su género en el sector salud de México.
Durante su estancia en la Secretaría de Salubridad y Asistencia enfocó sus esfuerzos para formar en el interior del país diferentes Centros de Rehabilitación y Educación Especial (CREE). La finalidad de estos centros fue acercar los servicios de rehabilitación a las personas con escasos recursos que vivían fuera de la Ciudad de México.
“En la provincia, no había nada, ni médicos especialistas o personal especializado para la atención de niños, adultos y ancianos con discapacidad. Estos centros se complementaban con servicios de rehabilitación en hospitales, Unidades Básicas de Rehabilitación (UBR) en los municipios, coordinados por los CREE, y en el Instituto Nacional de Medicina de Rehabilitación, cuyo proyecto fue terminado, pero su construcción no se llevó a cabo debido a la recesión que atravesó el país en 1975”.
A finales de 1989 comenzó su proyecto de formar el Instituto de Rehabilitación, pero no fue hasta 1997 cuando logró fusionar los entonces Institutos de Medicina de Rehabilitación, Comunicación Humana y Ortopedia, para crear el Centro Nacional de Rehabilitación, que en 2005 fue constituido como Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
El médico implementó un Programa Nacional de Rehabilitación, que incluía información estadística sobre discapacidad mediante la creación del Registro Nacional de Inválidos, la inclusión en el Código Sanitario de los Estados Unidos Mexicanos, que obligaba a los médicos de las instituciones la notificación de casos con discapacidad, así como impulsó el desarrollo de servicios y la investigación científica.
Ibarra, de 84 años, actualmente es el responsable de la elaboración de programas de prevención y rehabilitación médica de la discapacidad relacionada con diabetes y enfermedades cerebrovasculares en la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE).
Su trabajo y dedicación le valió que en marzo de 2015, las entonces autoridades de salud nombraran a la institución que forjó como Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INRLGII).
Luis Guillermo espera pasar el último día de su vida trabajando por el bien de las personas con discapacidad.