La Barranca de Huentitán fue la barrera natural que protegió a la ciudad en la época colonial de las tribus de índígenas del norte del estado y de Zacatecas.
En la actualidad esta maravilla natural es un espacio cercano para que los tapatíos puedan convivuir con la naturaleza.
El fin de de semana es tradicional un paseo por la barranca, ya sea para hacer ejercicio o para pasar un día de campo en compañía de la familia o amigos.
En verano es cuando este lugar es más bello ya que la vegetación es exhuberante exhuberante.
Si visitas la capital de Jalisco este puede ser un lugar de atractivo natural pegado a la Zona Metropolitana de Guadalajara.